sábado, noviembre 06, 2010

Así no vamos a ninguna parte

Desde hace tiempo, en este pais, empiezan a darse un montón de paradojas.
La paradoja de la formación es una de ellas. Siempre, desde muy pequeños, nos han hablado de la importacia del esfuerzo, de la importancia de la cultura en nuestras vidas. Nos lo grabaron a fuego en nuestras mentes. Llegó incluso a formar parte de nuestro ADN generacional. Lo de ser un "hombre o mujer de provecho".
Nos pasamos muchos años estudiando. Muchos años, esforzándonos porque nuestros padres y abuelos lo hicieron.
Y después de todos esos años llegaron otros en los que buscábamos empleo. Te pedían experiencia, idiomas, formación y te ofrecían mierda. Mierda en forma de nómina. Mierda en forma de horarios imposibles. Mierda en tu vida personal. Querían que fueses bueno, bonito y casi gratis.
Unos probamos de esa mierda durante unos años. Y no nos gustó el sabor por más que se empeñaban en decirnos que era caviar.
Así que seguimos esforzándonos. Sí, esforzándonos.
Salimos de ese mercado y nos embarcamos en otro. Pero la ruta suponía que mientras el resto de tus conocidos, amigos y familiares "salían adelante" como podían en sus trabajos, remunerados, escasamente por lo general, pero remunerados...tú, dejabas de cobrar y te lo jugabas a una carta en algo muy difícil. Opositar. Ese proceso de selección donde compites contra mucha gente que sabe lo mismo o más que tú.
Y fácil no fue. Los que critican ahora a los funcionarios lo saben.

....y llegó el presente. El presente del "Gran Hermano", de la oda al analfabetismo atrevido, de la mediocridad política, del fin del pelotazo "ladrillístico- financiero", de la cultura de Dionis, Pantojas, Jesulinas y Jesulines, Belenestebanizadas, Cachulizados, alcaldías pringadas, consejerías del parasitismo, políticastros memos y memas, y demás calaña que nació para servirse y no para servir.

Cuando todo se acabó, todos, politicuchos , "intelectuales voceras", periodistas sin titulación y el resto de la "pandilla basura", miraron hacia nosotros. Aquellos seres raros y tontos que se levantaban a las seis de la mañana para ir a trabajar. Los mismos que eran objeto de burlas Forgesianas.
Y como la ignorancia es atrevida, la avaricia infinita y la envidia voraz, los mismos que se daban la "vida padre", arremetieron contra las hormigas obreras. La culpa era nuestra por cobrar por trabajar. Por sacarnos una oposición, por esforzarnos, por no pedir más de lo que nos daban, por no hipotecarnos, por no comprar coches de lujo a crédito, por no vivir de la gente, sino, a pesar de ser "tantos", servíos, aguantando a vuestros hijos, cuidando de vuestros abuelos, curandoos, protegiéndoos...
Y es cuando venís a vernos, de buen o mal humor, CUANDO veis, que los que éramos "tantos", os tenemos esperando, porque "tantos" no somos.
Nos llamáis funcionarios (en realidad, somos empleados públicos") con desprecio, pero no dejamos de ser lo mismo que vosotros: trabajadores. Bueno, no. Que véis la televisión y escucháis a los políticos que nos llaman "privilegiados".
¡¡Y no deja de tener su gracia!! Los mismos que nos "bautizan" así, no es que sean tan privilegiados como nosotros. Lo son más. Y no les cuestionáis. ¿Por qué?
Ellos sí que viven de nosotros. Necesitan coches oficiales, comidas opíparas, dietas que no pagan impuestos, hoteles de lujo, viajes de lujo, fiestas de lujo... ¿A cambio de qué? A cambio de nada. Miento. A cambio de "parecer que hacen" pero no hacen.
Que hay paro, la culpa es de la Oposición. Que hay corrupción, la culpa es del Gobierno...y así para todos los temas y situaciones imaginadas e imaginables.
Ellos, sólo ellos, SÍ que son los priviliegiados.
Los empleados públicos somos trabajadores que tenemos unos derechos por los que vosotros deberíais luchar para que se implanten en vuestras empresas. ¿Por qué en vez de luchar por tener TODOS los mismos derechos, preferís que todos estemos igual de jodidos?
Pensad en esta pregunta. La respuesta es que cuando nos recorten algo a nosotros, los siguientes sois vosotros. Está pasando.

No sé lo que pasará en un futuro. Sé lo que está pasando en este presente. Y no es bueno. Es el fin de los valores, del espíritu de lucha, del esfuerzo, de la cultura, de la honradez como virtud...
El camino a seguir es el del "todo vale", el engaño, los codazos, el borreguismo televisivo y televisado, la desidia, la dócil sumisión, la falta de criterio en lo que nos dicen...y acabo como empecé:
Así no vamos a ninguna parte.

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