viernes, septiembre 16, 2011

MONÓLOGO: EL "SUPERMARCADO"

Una de las mayores epopeyas de la vida diaria del mortal, es ir a hacer la compra al Supermercado.
Parece una tarea rutimaria y sin importancia, pero es ardua, ingrata e, incluso a veces, peligrosa.
Cuenta la sabiduría popular que una de las pruebas a las que se vió sometido Hércules, era la de ir a un Supermercado (por aquél entonces, "Carreful de Éfeso") y mantener la calma.  Él, hombre realista donde los haya, la cambió por la prueba de "Ir a capturar a los mismísimos infiernos al chucho Cerbero". Y acertó.
Después de capturarle expresó su alivio diciendo una famosa frase, que luego pasaría a la Historia: "Yo no soy tonto".

Y es que, las leyendas siempre tienen parte de razón. E incluso a veces se quedan cortas.

El Supermercado es algo parecido al laberinto del Minotauro, pero con más bichos desperdigados. Y lo más arriesgado es que van armados con carros, bolsos y cestas arrojadizas.
Estamos muy equivocados. El objetivo de entrar en el "Super", no es ni comprar ni que te devuelvan bien el cambio. Ni siquiera es que la cajera te devuelva el saludo. Es sobrevivir psicológicamente a los ataques a los que te ves sometido.
¿Que cuáles son esos ataques de los que hablo, querido amigo y valiente comprador? Empecemos.

Nada más entrar comienza la....PRUEBA!!!
Todos listos y preparados. Empieza la famosa y épica batalla de "Ata-el-carrito-a-la-cadena-muchachote".
Básicamente consiste en ir esquivando señoras con batas y paisanos de cientoypico kilos con mostacho prominente. Este tipo de gente pasó la EGB suspendiendo en reitereadas ocasiones la asignatura del Tetris. Se les distingue por los gruñidos que emiten intentando encajar un carro entre dos, mientras tiran de una cadena de hierro de 30 centímetros que ellos suponen que es elástica. Y lo increible es que consiguen meter el carro!! Puntualizo: consiguen meter el carro con las ruedas hacia arriba, la loneta rajada y las cadenas atadas a los hierros del carro de al lado.

Cuando parece que la cosa empieza dura...se pone cada vez más compleja.
Según pasas la entrada...continuamos con "Los-carros-que-arrollan-transeuntes". Aquí se cumple el "Teorema de Karrás"...vayas donde vayas, siempre tendrás un carro detrás. Se habla de gente que yendo al baño, había visto un carro pegado a su chepa...es más, ya en su casa, el carro seguía ahí.
Pero hablamos de peligro. De pánico. Del acecho de un carro pisándote los talones. Apisonándote los juanetes!! Porque, que tire la primera lata de conservas el que no le hayan arrollado alguna vez.
Están los "conductores" a los que llamaremos "Sin Perdón" (simplemente te atropellan y te jodes) y a los que llamaremos "Redención" (que piden la absolución divina de todos los santos. Esa noche no duermen por los remordimientos de conciencia de haberte pisado. Joden más).
Y la última tendencia de moda en "subirse al carro": los llamados "A todo Gas 2". No se conforman con ir con un carro, no. Tienen que ir quemando rueda, haciendo trompos y caballitos. Algo así como Valentino Rossi, pero en patético. Les contrata el propio supermercado para que la gente vaya rauda y compre "deprisita". Empieza a ser preocupante que la Dirección General de Tráfico no emita anuncios del "Carrefúl", del "Adía" y del "Metadona". Del estilo de "Si compras no conduzcas" o del "No podemos consumir por tí"....una pena.

Por el camino vamos encontrándonos a una infinidad de personajes recurrentes:

"El Vigilante de las Payas". Hombre rudo, cejijunto e insolente donde los haya. Le distingues a la primera. También es conocido por "Mirón de los cojones". No lleva carro, ni carrito, ni monedero y a veces, ni siquiera camiseta. Su misión es clara: poner nervioso al personal. Le puedes encontrar en sitios variados: detrás de las latas de mejillones, dentro del arcón de congelados entre los langostinos o incluso en el carrito del bebé.
"El Segurata Rata". Todo el mundo es sospechoso para él. Es algo así como el mirón, pero con uniforme. Le puedes encontrar en los mismos sitios...añadiéndole dentro del maletero de tu coche. Te hace sentir como un terrorista islámico cada vez que metes algo al carro. Es más, hay anciantitas que, por intimidación, les han confesado desde la aventura que tuvieron con Leoncio el del pueblo, hasta el nombre de sus nietos por orden alfabético.
"El Pescadero del Machetón". Éste, igual te corta un salmonete como que te cita a Neruda...a la vez! Su principal signo distintivo es el mandil de rayas horizontales verdes, los antebrazos de Popeye y el boli bic en la oreja. Siempre lleva el bolígrafo: en la pescadería, en la calle, en la playa, en la ducha....milagros del Supergen, amigos.
"El Niño Cabrón". Es casi igual que su padre. El "casi" por el tamaño. El "igual", por cabrón. Cuando pensabas que te habías librado del atropello-del-carro...el niño-cabrón te arrea una patada en la espinilla que te avia!!!. Se le distingue por la cara de mamoncete que va a tener en el futuro y porque se parece sospechosamente a tu jefe. El pantalón corto en invierno es opcional...los ojos rojos de loco, no.

Hay más. No nos olvidemos de "La Vieja de las Moneditas" o del "Culo veo, culo quiero" (el que te copia lo que tú compras: que te compras naranjas, el tio las compra, que te compras compresas, el machote las compra, que te compras condones de sabores....el tío los prueba!!!).

Y llegamos al colofón...la cola de la caja. Ahí es donde te rematan con una escopeta y hasta lo agradeces.
Hay un truco si tienes prisa...contar hasta un millón quinientos cincuenta y cinco mil trescientos nueve. No te tranquiliza, eh? Ni pienses que así la cola va a avanzar más de 10 centímetros, pero estarás demasiado entretendido como para agarrar del cuello a "La Vieja de las Moneditas" y agitarla hasta que te toque el Especial de la tragaperras.
Ese es el lugar de la señora!!! La caja.
Creo que esas señoras son un invento del Banco de España: cuando se necesita liquidez en el mercado, sacan a 2000 de ellas cargadas de moneditas de 5 y 10 céntimos. Y cuando hablan de "enfriamiento de la economía", las ponen en los Supermercados para entretener al consumidor.

Y por fin, cuando parece que hemos salido ilesos, que no nos han apisonado algún dedo, que el "niño-los-cojones" está domesticado y que el Banco de España no necesita liquidez en los mercados...nos enfrentamos a la "Cajera-lanza-productos". Igual te tira un bote de mermelada como un tambor de 10 kilos de Dixan!!! A la cabeza, claro.
Es una cantera de lanzadoras de peso de la selección olímpica de atletismo,lo juro!!
Un día, teniendo el coche aparcado a 200 metros del Super....oigo una voz: "Que se le ha quedado la caja de cartones de lecheeee!!!".
¿Y qué creéis que hizo? La lanzó!! Sí como lo leéis!! Una caja de 12 litros de leche volando 200 metros hasta el puto maleterooo...y vive Dios, que encestó!!!

Así que si alguna vez oís una voz inocente de tu abuelita, mamá o criatura entrañable diciendo "¿Puedes bajar al Supermercado a cogerme unas cosas?". Desconfiad. Corred. Saltad. Pero por Dios, extrema unción aparte....ataos a una silla, a una puerta o implorad clemencia!! No vayáis!!!

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