jueves, mayo 30, 2013

"Las DOS JUSTICIAS en ESPAÑA"

Hay días en los que te levantas leyendo la prensa y no sabes si escupir el café por el fregadero, o salir con una escopeta a la calle. Sí, he dicho escopeta. La violencia no es justificable nada más que para defenderse. Éste es el caso que nos ocupa.

Hace unos meses, todos nos despertábamos atónitos al leer que a una mujer, madre de un niño había sido condenada a ir a la cárcel por el robo de una tarjeta de crédito para comprar pañales y leche. El robo es un delito, efectivamente. ¿Qué hay casos que son más “justificables” que otros? Puede ser. Mi opinión personal es que sí. El hambre y a protección de un menor lo es. Sobre todo cuando ves lo que ves por el mundo.

Luego fueron llegando casos más aberrantes y abominables: el conductor kamikaze que mata a un conductor inocente y es “misteriosamente” indultado (véase la anterior entradilla del blog), un niñato de apellido Carromero (que no Carroñero, aunque podría ser aplicable al caso) que se dedica a coleccionar multas de tráfico, matar gente en coche y beber como un cosaco…

Cuando creíamos haberlo visto todo, fueron llegando más noticias dignas de un aficionado compulsivo de la Galería de los Horrores o de películas de Buñuel: la famosa tonadillera ladrona y encubridora exonerada de toda culpa, el ex torero borrachín, la mujer del otro “matador” de Ubrique, etc… todos ellos en la calle riéndose de una Justicia, que además de ser ciega, es muda y sorda.

Y luego llega la noticia con la que he maldesayunado hoy: una mujer, madre de un crío de cinco años y con un padre minusválido al cargo acusada del robo de un móvil hace ya 8 años.

Lo patético de todo esto es que el dueño del móvil no la ha denunciado, quiere olvidar el tema y la mujer ya se ofreció al pago del móvil o el cumplimiento de una pena de trabajos sociales. Además, no fue identificada como la autora material del hecho, cosa que ella además niega.

Y llega un Tribunal de Castellón (que manda cojones la cosa, si se me permite decir, teniendo en cuenta los “personajes políticos” por esos lares) y dicta una Sentencia que manda ingresar en prisión (18 meses. Desproporcionado) a esta mujer. Son valientes estos letrados.

Con este tipo de cosas sólo se consigue encabronar más a la gente y que perdamos la fe en una Justicia (injusticia) que vamos viendo de qué pie (o mano derecha) cojea. Es la aberración llevada al extremo.

No sólo por lo desproporcionado de la pena, los atenuantes, la falta de pruebas, la levedad del delito o incluso el perdón del dueño del móvil (del crimen). Nadie debería de ir a la cárcel por algo así.

Además, no perdamos la perspectiva. Estamos en un  país como España, plagado de presuntos, imputados o corruptos…todos ellos en la calle riéndose a pecho partido de la impunidad de sus fechorías. Algunos incluso premiados y recompensados. El caso de la señora del móvil robado es más surrealista, indignante, generador de violencia (de la de defenderse contra la Justicia que ataca al ciudadano corriente) e injusta.

Dicho todo esto, saco una clara conclusión: la Justicia es valiente con el débil y con el que no tiene recursos para pagarse una digna defensa (¿eh, señor Gallardón?). Es cobarde con el corrupto, con el poderoso y con los yernos, toreros, tonadilleras y famosetes de medio pelo y pela entera.

Hablan de las “Dos Españas”. Yo hablo de las “Dos Justicias”: la del ciudadano (metódica, escrupulosa y tenaz) y la del “todopoderoso ladrón” (laxa, comprensiva y lenta).

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