jueves, marzo 14, 2013

MONÓLOGO: "Diario de un Chico de Provincias"

LUNES: estoy encantado de vivir en la Gran Ciudad. Todo lleno de edificios largos Algunos son altísimos. Quizás sean como quince veces la parroquia de Santo Toribio a lo largo y como el patatal del Ambrosio a lo ancho. Lo que más me llama la atención es esa topera. Le llaman Metro y es como robarle las zanahorias a la Paca pero yendo con el traje los Domingos. Promete. Esta ciudad promete.

MARTES: aquí madrugan más que la señora Patrocinio. Nadie duerme. Tengo unos señores de muy fuera y lejos  viviendo al lado poniendo música étnica. Todo iba como la seda hasta que pusieron el CD de “La Banda de Oboes de Nigeria”.  No he dormido. Tampoco he comprado nada ayer. Aquí madrugan y llegan tarde a casa de hacer las labores. La topera se averió y llegué de madrugada  y tampoco cené nada más que un poco queso y pan seco del pueblo.

MIÉRCOLES: hoy descubrí un aparato que no había visto en la vida. Máquina de café. Que es algo así como un televisor estropeado pero sin pantalla. Me lo presentó un tal Borja. Un muchacho estirao de cojones. Dice no sé qué de unas cápsulas muy caras y que sabe a mocos. O moca. No sé pero salía un líquido pardo como cuando un gocho tiene cagalera. No lo probé. Y pagué cinco euros pa ná. Mañana llevo a la labor la matanza y la bota que me regaló el abuelo. Comen mierda.

JUEVES: he tenido problemas. Aquí la gente tiene poco mundo. Empezando por el señor ese de la puerta que no me dejó pasar con un cuchillo jamonero. Va disfrazado de policía pero me chivaron que no tiene el título. Tampoco tiene tractor, a pesar de que dicen que trabaja en el “del tractor de metales”. Es extraño todo aquí. Me guardaron la matanza y el cuchillo y no me dejaron comer hasta que salí de la oficina. La comida en un armario y nosotros comiendo plástico envuelto en más plásticos y una lata con gaseosa. Son gente extraña aquí los urbanitas.

VIERNES: tampoco he dormido hoy. Abajo hay una taberna y la gente sale de verbena hasta los días de labor. He llegado a la conclusión de que no duerme nadie. Algo tendrá el agua o esas cápsulas asquerosas. Por primera vez monté en el coche de línea aquí. Nadie lleva jaulas con gallinas ni cestas. Tampoco saludan. Al parecer no fue buena idea el preguntarle por su familia al chófer. Me miró mal y condujo peor. Al salir del trabajo la gente corría y pensé en el incendio de hace dos años en el campanario. Maldición!! Pensé que algo estaba prendiendo porque corrían los jodíos como alma que lleva el diablo. Luego me enteré que se iban de la ciudad lejos a pasar el fin de semana. Empiezo a querer irme de aquí. No son gente sana.

SÁBADO: hoy salí de Romería a la verbena. En vez de una furgoneta con altavoces me metieron en una especie de pajar enorme lleno de gente. Se me están acabando los cuartos. Aquí se paga por todo. Veinte euros por entrar al establo y otros veinte por beber gasoil. Pensé el guardarlo en la cantimplora para llevárselo al señor del tractor de metales pero no dejan sacar nada de allí. ¿Qué pensaban que iba a robar? ¿Un ternero? Por cierto, las chicas de aquí hablan y actúan muy raro. Una me pidió algo así como “costo” y le dije el precio del frasco gasolina que me estaba empezando a sentar mal. Se rieron y me metieron en una letrina. Beber se bebe mal pero follar, demasiao. O sea que ahora estoy en casa a las seis de la mañana bien servido de abajo y mal servido de arriba. Justo al revés que en el pueblo. Que se lo digan a la cabra.

DOMINGO: me he levantado mareado y descompuesto. Beber gasolina no fue una buena idea. Tampoco compré para el desayuno y el pan de hogaza está como el turrón de piedra. He rebañado del hueso del jamón y la cáscara del queso hervida en agua no es indigesta. A los vecinos de arriba tampoco les ha ido mal la noche. Les ha pasado como a mí en la Discoteca pero bebiendo mucho menos gasoil. He bajado abajo y no ha pasado la furgoneta del panadero tampoco hoy. No comen pan tampoco. Lo más parecido son unas barras con nombre gabacho y sabor a algarrobas podridas. He perdido cuatro kilos ya y cerca de mil euros. Aún no sé en qué me lo he gastado. Mañana iré a la labor a pedir que me devuelvan el cuchillo jamonero y a ver si cazo algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

“Palo y zanahoria” VS. “Sobreprotección infantil”

Volvamos unos cuantos años atrás viajando por el tiempo. Justo a la época en la que estás jugando con tus compañeros de quinto de Educaci...