jueves, abril 11, 2013

MONÓLOGO: "LA CAMPAÑA DE RENTA"

No, no son las rebajas. Tampoco la Final de la Liga de Campeones. Ni siquiera hay un incendio o cualquier otro tipo de desastre natural. Toda esa gente que entra a presión en las delegaciones de Hacienda forman parte de la Campaña de la Renta.

Porque, ¿qué sería de los meses de abril, mayo y junio sin las tradicionales aglomeraciones y largas colas en Hacienda? Cuenta la leyenda que hay gente que se pasa las vacaciones esperando el  turno.

-Manolo, ¿adónde has ido de vacaciones? ¿A la playa o a la montaña?
-Al Borrador – contesta ufano. Antes ir a Benidorm, o pasear por el puente de San Carlos en Praga, daba caché. Ahora lo que se lleva es irte de veraneo a la Administración del Puente de Vallecas con el hornillo o camping gas y la fiambrera. Es más, hay gente que planifica los días dependiendo de si va dar sombra en la cola o si dan lluvia.

El que haya estado alguna vez en una Campaña de la Renta, siempre podrá contar a sus nietos las correrías diurnas, los peligros que se han corrido o incluso la irrepetible experiencia previa a los segundos en que el funcionario de turno te condiciona la vida con dos palabras.

Sólo hacen falta dos palabras. Ni tres, ni dos, ni diez, ni cuando pi tiende a infinito: “A pagar” o “A devolver”. En ese lapso de tiempo en el que el funcionario termina de meter el último dato en el ordenador , levanta la vista, enciende una cerilla con la barba de tres días y te mira…vas viendo desfilar imágenes de tu vida. Es como una película china de Kung-fú pero sin chinos.
La respuesta tipo a cada una de las situaciones siempre está tasada.

RESPUESTA UNO:  “-Le sale a pagar X euros – No puede ser, el año pasado me devolvieron y además, mi cuñado dice que….”(omite que el cuñado estaba ciego de Don Simón cuando se lo dijo y su camisa estaba llena de lamparones de ron añejo)

RESPUESTA DOS: “-La sale a pagar X al cubo euros” – alfufnwefjc (o cualquier respuesta ininteligible referente a la madre o al padre del interlocutor afectado). También según en qué derive la conversación, puede mentar a Urdangarín, a Rajoy, Zapatero, al Chotacabras o a la prima del riesgo. Hay casos excepcionales en que le recuerda al funcionario “que le paga él” o acuden al manido tópico del café, los desayunos y el periódico.

RESPUESTA TRES: “- Le sale a devolver un poquito”. Volvemos al cuñado. Por lo visto el hermano de su mujer es un lince haciendo cálculos a ojo cuando le acercas alcohol de quemar. Algo parecido a los Gremlims cuando les echas agua. Otro recurso es el ya famoso “pues me dijeron en el Banco que…”. Sí, el que está en la ventanilla del banco es como el cuñado pero en versión sobrio. Lo cual es peor.

RESPUESTA CUATRO: también llamada “la de la cara de póker” o la de “el desconfiao”. Aquí, al señor se le dice que le salen a devolver muchas perras. Mira alrededor aturdido, se mira las manos, levanta el hocico para ver si se huele el peligro, si se masca la tragedia…y con prontitud felina responde: “Si, ya me lo habían dicho. Lo sabía”, mientras piensa “Tós tontos, san equivocao, pero no diré nada. Que para eso soy español y tengo un póster de Bárcenas en la habitación recortado del Superpop”.

Con tanta gente, es muy probable que se den mil y una situaciones inverosímiles en el mundo real que discurre fuera de ese trimestre loco.
Tenemos varios tipos de personajes:

-“El abuelo cebolleta” (también llamado Soñodor): es el principal encargado de marear al pobre funcionario pica-asientos. No amigos, el Gobierno no puede ponérselo fácil al funcionario, que para eso tienen el lujo de beber café, leer el periódico y contar con un sueldo menguante por mangantes de guante blanco y sobre negro. No. El trabajo del Ministerio de Hacienda pasa por fichar a un montón de señores que hayan combatido en la Guerra Civil, en la División Azul o incluso en la Batalla de Lepanto. Se les da un saco de monedas, cual Judas Iscariote, y mientras se echan unos vasos en la máquina de café de las delegaciones de toda España, se les alienta a que se sienten con “ese señor del trasto con pantalla”. Y “et voilá”!! EL TRUCO: hay que dejarles hablar mientras, el paciente funcionario coloca un muñeco con peluca y muelle en el cuello, que asienta cada dos minutos.

-“El amargao o amargá” (también denominado “Pocofollo o Malfollá”): son del tipo de contribuyentes de Guerrilla Urbana. Igual les puedes ver lanzando cócteles molotov en Afganistán como increpando a funcionarios. Son de perfil de RESPUESTA DOS. Se caracterizan por mentar a tu madre, por recordar quién te paga y por repetir mucho las palabras “ladrones” y “vagos”. Alguno incluso hace apología de “tiempos mejores”…siendo “franco”. Es independiente del sentido de la declaración: si le sale a pagar, te insulta con esmero…y si le sale a devolver, se caga en tus muertos con afán. EL TRUCO: poner una bandera de la República como fondo de escritorio para aturdirles o enseñarles la decreciente nómina “que nos paga”.

-“El atontao y el enterao” (o “Dúo Casaputas”). Van de dos en dos como las cajas de plastilina de los chinos. Uno de ellos, se hace el sueco sin serlo y el otro va de listo y no acabó Primero de La Cometa Blanca. El funcionario aprendió a convivir en simbiosis con ambos especímenes, consistiendo SU TRUCO en generar polémica entre ambos. Mientras dialogan de cualquier cosa menos de para lo que han venido, el hábil funcionario de culo pelado y orgullo herido, acaba la confección de la Renta y huye por el pasillo de atrás.
…y  hay más muchos más. Tantos como sobres tienen en la Calle Génova o comisiones por EREs cobradas en Ferraz. No terminaríamos jamás.

Por último, hablar de las leyendas que nacieron en las primeras Campañas de Renta:

-Adán y Eva fueron los primeros que hicieron la declaración conjunta, pero como les salía peor declarar lo que ganaba su hijo Abel, le encomendaron a Caín que les “planificase” la declaración. Por lo tanto, el primer asesor fiscal fue Caín. De ahí la fama de “cainitas” de los abogados.

-Noé, no había caído en la cuenta de que las únicas deducciones eran por “hijos”. Mayormente humanos. Así que ignorando las enseñanzas de las Tablas de la Ley (General Tributaria) empezó a meter animales en un Arca (de ahí los de Arca Pública). Y fue la única persona que consiguió desgravarse por animal a cargo…si descontamos lo que años después haría Isabel Pantoja, claro.
-La deducción por edad ya empezó a verse con cierto recelo en los tiempos de Matusalén. Este señor ostenta el record de dinero devuelto por año trabajado. Así que bajó la cantidad desgravable por su causa.

- Por último, Salomón, con su maravillosa idea de partir por la mitad a un hijo, forzó al ministro de Hacienda de aquella época (Montoro ya estaba allí,claro) a que no fuesen deducibles los hijos por fracciones, sino por mitades y a ambos progenitores. Hasta entonces, los hijos se podían deducir “por cuarto y mitad” o “por filetes adobados”.

La campaña de Renta, como habéis visto, da mucho que hablar y se aprenden cosas. Pero sólo hay dos palabras, recordad con las que hay que quedarse. Ni tres, ni cuatro, ni una…sino dos: “A pagar” o “A devolver”.
JAVIER ADDALI
11 DE ABRIL DE 2013

1 comentario:

  1. A veces, incluso algo tan sencillo como "a devolver" se convierte en ambiguo: ¿quién devuelve a quién? ¿YOOOOO TENGO QUE DEVOLVERLES DINERO? y vuelta a la respuesta dos y a saludar a la madre del funcionario, hasta que éste lo tranquiliza: No, señor, no, nosotros le devolvemos a usted....
    Buena campaña Javier

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