La Ética Social

Entrando en el siglo XXI, estamos empezando a ver cuáles son las consecuencias del Estado del Bienestar social. Dentro de los países avanzados, las necesidades primarias se van cubriendo (alimentación, vivienda, vestido) y como humanos que somos, nos vemos impulsados a crear nuevas necesidades para seguir viviendo. Éstas necesidades se van satisfaciendo a través de las cosas materiales y del hedonismo personal, placer por el placer.
Es comprobable cómo en las sociedades denominadas desarrolladas, el nivel de felicidad (en el caso de que sea medible), no se corresponde con el nivel de riqueza.
Nos vamos creando necesidades materiales en contraposición de satifacer las espirituales. No hay nada material en este mundo que pueda "saciar" la carencias espirituales.

Cada vez, se está tendiendo a una sociedad individualista en la que el sentimiento de unidad y de grupo se está erosionando. Vivimos en ciudades masificadas, llenas de gente, pero nos sentimos cada vez más solos, más aislados. El denominador común de las sociedades que nos han precedido fueron los valores de unidad (patritismos, fanatismos,...) que hacían que los individuos se conglomerasen dentro de una unión grupal vertebrada por los ideales.

El vacío espiritual de nuestros días se caracteriza por la carencia de valores, la inexistencia de ideales y el imperialismo monetario y capitalista. El capital lleva a la alienación de las personas que pasamos a convertirnos en peones de un sistema cuyo fin último es la riqueza por la riqueza, sin importar los medios por los cuales se llega a ella.

¿Colectividad o Individualismo?

Últimamente parece que todo se decide o se hace en función de las "mayorías" sociales.
El concepto de Democracia, amenaza con expandirse por la fuerza, cosa que es antitética con el concepto de Democracia. Los países de Occidente (siempre me ha hecho dudar qué países son los que se denominan así: ¿Nicaragüa, Guatemala?...son Occidentales, pero creo que es una Occidentalización Accidental porque nadie se acuerda de ellos cuando se habla de "país occidental") intentan imponerse mediante guerras, cruzadas o economías agresivas a los países árabes, asiáticos o no-cristianos.
Y dentro de estos "países occidentales" estamos nosotros, los individuos. Personas que no vemos lo que pasa fuera más que a través de la televisión, de Internet o de los medios "apropiados" para ver y oir lo que quieren que veamos o oigamos.
Paranoia. Es el primer pensamiento que me viene a la cabeza cuando quieres asomarte a "lo que ocurre ahí fuera" y ver lo que sucede. No lo que te cuentan.
Paranoia por sentir que no sabemos nada en realidad de lo que está pasando. Dobles morales y eufemismos justifican los actos que se suceden y que dictan nuestros odiados políticos:´
- Guerras en pos de un mundo democrático y justo, a costa de enriquecerse y hacer negocios sucios como el petróleo. Suciedad que mata miles de personas.
- Negocios fraudulentos....escondidos detras de promesas demagógicas. Hay casos en la historia demasiado evidentes e insultantemente públicos.

Y dentro del poder que se nos confiere a las "mayorías", al pueblo, nadie hace nada o nadie se siente con la suficiente fuerza como para hacer frente a los poderes inconmensurables de los gigantes politicos, los colosos económicos o los "lobbies" influyentes.
Este es el poder de un sistema que se autodenomina democrático y que se basa en la división del pueblo ante el poder de "los de arriba", "los que mueven los hilos"...un sistema que se basa en el poder de las mayorías e incapaz de ejercerlo ante la división artificial de su población.
Se nos educa desde pequeños a ser individualistas, consumistas, hedonistas...y un montón de "istas", y la consecuencia de ello es una gradual separación de nuestra sociedad, una creciente escasez de conciencia social y un inapetente desinterés por la política.

¿Cómo acabará ésto? Creo, personalmente, que esto va para largo. La estructura social se ha implantado muy bien y es demasiado estable como para tirar el muro de un empellón...

La vida VS El trabajo

Son dos caras de una misma moneda. Son complementarios y suplementarios.
Uno es el combustible del motor de la vida y el otro es eso, la vida. En los tiempos que corren, el uno amenaza en convertirse en el otro e incluso en suplantarlo.
¿Cual de las dos definiciones es la más importante? ¿Es satisfactorio vivir si trabajar o trabajar sin vivir?
Y cuando esa pregunta comienza a hacernos dudar, o cuando menos, a replantearnos nuestros esquemas...volvemos a estar de nuevo inmersos en una espiral de alienación constante. Y surge una nueva pregunta: ¿pensamos, nos dejan pensar o no queremos pensar?

Todo son preguntas. Y las respuestas solo las podemos dar individualmente, pero una cosa es cierta: la felicidad debe de estar en el equilibrio entre ambas. Poder trabajar para poder disfrutar de la vida sin privarse del tiempo al que todos tenemos derecho.
En la sociedad en la que estamos viviendo, hay una propensión preocupante a convertirnos en máquinas que no piensen. Las máquinas cuando no se plantean las cosas son más productivas, realizan las tareas de forma automática y ese automatismo es el que nos lleva no sólo a no poder vivir, sino a no saber vivir.
Nos hemos convertido en "homo consumis", personas que producen para consumir. Este consumo nos lleva a más producción...esta producción nos lleva a más empleo, más empleo significa más consumo,...pero más consumo no nos lleva a un nivel mayor de vida. Nos estamos confundiendo intentando satisfacer nuestras "necesidades (¿Son necesidades reales?) a través del consumo compulsivo de cosas materiales.
Estamos materializando lo espiritual de cada uno de nosotros, convertimos en materia lo que llevamos en el interior...y nos estamos encaminado a un mundo de cosas, a un mundo de hedonismo, a un mundo de personas que no meditan lo que hacen, lo que ven, lo que sienten...
¿Cambiará ésto? ¿Podemos cambiarlo? ¿O la ruleta ya está girando a tal velocidad que es imparable?