miércoles, febrero 27, 2013

¿Te defenderías?

Voy a empezar por unas preguntas sencillas que dejo en el aire: ¿Qué harías tú si alguien entra en tu casa y te roba lo que tienes en la nevera? ¿y si unos señores de traje y corbata te impiden el paso a un Hospital? ¿y si tus hijos te dicen que unos abusones no les dejan acceder a clase?

Bien. Hasta aquí, las respuestas son demasiado obvias supongo. Ninguna de las opciones que podríamos barajar pasaría por dejar estos hechos impunes: defenderíamos nuestros alimentos, entrarías al Hospital por la fuerza o les darías una lección a los abusones (o estas son las respuestas que querría pensar que daríamos).

¿Y si no ves a esas personas? ¿Y si no son personas sino “entes abstractos”? ¿Y si a estos “entes abstractos” les ponemos nombres ambiguos como “mercados”, “crisis económica” o “déficit”? Demasiadas preguntas hasta aquí. Quizás más que una reflexión parezca un interrogatorio de luz y taquígrafo…pero no lo es.

Exacto. Ahora estás pensando. Para eso valen las preguntas: para que pienses las respuestas. Además se consigue algo importante como es reflexionar.

Sí. La única diferencia entre la primera batería de preguntas y la segunda es la abstracción: si no ves al enemigo es que no existe o no puedes focalizar tu ira o tu fuerza contra él. Sencillamente, no le ves (o no quieren que le veas).
Ahora intentaremos juntos responder a todas las preguntas de forma simultánea, dando una respuesta clara: todo, absolutamente todo, tiene nombre y apellidos. Los mismos que entran en tu casa, los que no te dejan ni a ti ni a tus hijos entrar al Hospital o al “cole” o los que sistemáticamente, abusan…son personas.

Personas disfrazadas de entes. Ladrones, imputados y corruptos detrás del telón de un teatrillo investido con siglas: FMI, BCE, Gobiernos, “la Banca”, etc…todos con sus respectivos responsables. Con sus respectivos abusones. Pregúntate quién está detrás del telón y dime si ese “señor” o “señora” tiene el deber o el derecho de robarte. De privarte de tus necesidades vitales. De robarte la salud por dinero. De truncar el futuro tuyo y de tu familia. 


Ponle cara a esos “entes”. Pronuncia en voz alta sus nombres y apellidos. Señálales con el dedo. Insúltales si es necesario: pero combate. No te dejes avasallar.

Porque si volvemos al primer grupo de preguntas: ¿podrías perdonarte tú o tus hijos la cobardía o la impasividad de no hacer nada mientras te roban? No. Conociéndote, ciudadano honrado, no podrías. Tus hijos tampoco lo harían, no serían capaces de perdonar la cobardía de un padre cobarde, indolente y conformista que se dejó robar por personas menos humanas. Gente envalentonada por la desidia y por la pasividad que consiguió ganar una guerra antes de comenzar la primera batalla: la del futuro.
Como he empezado, termino: preguntando: ¿qué diferencia ves entre un “ente abstracto” y una persona si ambos son los que te atacan? ¿te defenderías?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

“Palo y zanahoria” VS. “Sobreprotección infantil”

Volvamos unos cuantos años atrás viajando por el tiempo. Justo a la época en la que estás jugando con tus compañeros de quinto de Educaci...