lunes, agosto 08, 2011

La Gallina de los Huevos de Oro





El que haya leído o le hayan contado el famoso cuento o fábula, ya sabe cómo termina.
A mí me lo contaron de pequeño, cuando aún no sabía ni escribir ni leer bien (y sabe Dios, que años después, sigo teniendo mis carencias).
Al que ni le suene, decirle que termina con una de las mejores frases o dichos de la Historia de las Fábulas: "la avaricia rompe el saco". Avaricia. Saco. Dos palabras directas.

Hoy en día se lleva mucho lo de la "avaricia". El comportamiento compulsivo de tener. De tener sin marcarse un límite, una barrera o un tope.
No nos engañemos. Estamos en un juego de Monopoly a escala real y de dimensión realista.
Todo sin excepción es una especie de huida hacia adelante por conseguir poner más casas u hoteles en nuestras "calles". Es decir, por acumular más cosas materiales (móviles, ordenadores, ropa de diseño, joyas, relojes....) y por controlar las inmateriales (popularidad, redes sociales, liderazgo, fama...).
Y es un sistema frustrante porque nunca sacia al que bebe de él, ni "da de beber al sediento".
Esta es nuestra sociedad del Monopoly: una sociedad de insaciables y sedientos al borde de la deshidratación. Infelices todos. Los primeros porque no consiguen calmar sus ansias materiales e inmateriales....y los segundos por haberles expulsado del sistema. Por haberles arrojado del tablero al suelo en forma de andrajos y cartones de vino agrio. Con violencia. Sin piedad.

No. No existen más jugadores. Las reglas del juego son muy claras: o estás dentro o estás fuera.
Dentro de los "protagonistas", los de dentro, los que aún pueden mantenerse a duras penas....estamos la gran mayoría. Somos los que a veces nos hemos creído el haber ganado alguna partida... y seguimos jugando por 2 razones: porque no hay más remedio o porque queremos ganarnos la amistad de los que redactaron las reglas.

"Los que redactaron las reglas". O los que redactaron unas reglas hechas a medida de unos pocos.
Una labor de marketing increible en la que todos hemos creido de forma dogmática, ciega, confiada...sin hacernos preguntas. Todos callados y jugando. Aportando. Haciendo que la rueda gire.
Los que redactaron (sus) las reglas son los que han ganado. Todo está diseñado para que sólo exista un posible ganador. Ellos.
No les puedes decir que han hecho trampas. Nadie te cree o a nadie le interesa creerte. Felices en el juego del "yo creo que YO gano". Ellos ya lo han pensado mucho antes de que a tí se te pasase por la cabeza esa cuestión.
¿Y cómo se llaman? Se llaman "sistema financiero". No están en el tablero. Son el TABLERO.
Son los más sedientos de todos. Los que han llevado al mundo en una división cada vez más exagerada, más dispersa, más desigual. Y no se cansan de beber de nosotros.

Hoy en día se dice que son los causantes "accidentales" de la crisis.
No fue un accidente. No fue casual ni fortuito.
Todo lo que ha ido pasando ha tenido un plan perfectamente diseñado y ejecutado desde el principio. Les ha interesado que inmensas sumas de capital fuesen cambiando de manos por las razones que pronto podremos ver y que se encargarán de mostrar.
Personalmente, lo que más me asusta es, que a pesar de no saber cuál es su objetivo, es la forma acelerada con la que se han producido los acontecimientos. Tienen prisa por algo. Y el no saber qué es, inquieta.

Hay varias teorías en las que se les pone nombres y apellidos a estos personajes del "sistema financiero". No sé si estarán en lo cierto o no. A mí lo que me preocupa de verdad es saber QUÉ se proponen.

- Un número de gente cada vez mayor, en el umbral de la pobreza, en los países europeos, símbolo de la prosperidad y de la protección social.
- Frustración social.
- Políticos que lejos de esconder (como hacían antes) sus porquerías debajo de la alfombra, las muestran sin ningún rubor al estilo de un auténtico dictador.
- Minoración de los derechos individuales, sociales y laborales de las personas con el beneplácito de los que se suponen la antítesis de lo que se está haciendo. Hablo de los sindicatos.
- Percepción material de las personas. Nos vemos como objetos materiales, susceptibles de ser poseídos, tomados, manipulados o deformados.
- Proliferación de las relaciones más y más superficiales. Lo "profundo" se ridiculiza, al igual que se insulta al inteligente y se menosprecia al sincero....al igual, que una "mano negra", a través de los medios de comunicación, incluido Internet, se exalta lo frívolo, lo improductivo, al ignorante...

¿Son las consecuencias o son los medios de algo que está por venir?

Si son los medios, todo se está disponiendo para una sociedad: que NO piense, que NO juzgue, que NO tenga derechos, que SEA manipulable, que sea POBRE y FRUSTRADA...y sobre todo, que sea DEPENDIENTE del tablero.

El siguiente paso está por ver.

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