jueves, octubre 16, 2014

"Café, prensa y arcadas"

Un días más. La rutina de siempre, como diría la canción.

Las noticias me saben a café amargo. Sin azúcar, sin leche y a palo seco. Paso una página, dos, tres…y antes de llegar al final ya he perdido la poca fe que me quedaba en el ser humano.
No sé si es que las malas noticias son más en número, las buenas escasas o las primeras son más escandalosas que las segundas, pero el regusto que me queda al final de la lectura se aleja bastante del sabor del café que reposa junto al periódico. Sí, esa puñetera sensación de que estamos echando más mierda al mundo de la que podremos limpiar en el futuro. Si es que alguien va a querer limpiarla, claro.
Indignación no, lo siguiente. Como leí en una pancarta una vez: “no estoy indignado, estoy hasta los cojones”.  Y no es para menos, visto lo visto…

Políticos que mienten en su Programa Electoral. Que te echan mano a la cartera mientras piden perdón con la boca pequeña. Eso sí, de devolver lo robado, ni mú. ¿Por qué iban a hacer eso? Además, en el supuesto caso de que pisaran la cárcel (jajajajaja), se les indulta por Real Decreto encajado a capón en el BOE y asunto solucionado.
Si las noticias Internacionales son desoladoras (Ébola, crisis, etc…), las Nacionales son deprimentes. Quizás es que las tenemos tan cerca que apestan más. De arriba abajo, a los lados, de frente y sobre todo detrás. Lo de “sobre”, bien podría ser un juego de palabras. La palabra “ERE” o “sindicatos”, con una buena rima y aguardiente, también dan juego.

Es vergonzoso lo que está pasando: impunidad, latrocinio, hipocresía, abuso, mentiras a coste cero y gente de mala calidad. Sí, de muy mala calidad. Del tipo que tanto gusta a gente como a Cañete. Del modo que gusta a Chaves. Del estilo que le gusta a Cándido Méndez…o a Totxo, o a Rosa Díez. O a tantos personajes que el único legado que dejarán en los libros de texto será el de ejemplo de lo que no hay que hacer como personas honradas. Los paradigmas de la falta de ética, empatía o vergüenza.
…y cierro el periódico a la vez que apuro el café. Y no me ha quedado claro absolutamente  nada. Se me mezclan las noticias en el cerebro: Cartelera con Política y Noticias Nacionales con Esquelas.
Supongo que las sobredosis de mierda tienen efectos secundarios. Que ser consciente del montón de gente caducada que tenemos alrededor, y de los efluvios de asquerosa codicia que desprenden, hace que el olor se me clave entre la nariz y la frente.

Y mientras salgo por la puerta en dirección al trabajo, me da tiempo a pensar en que la exposición a la porquería, hace que te llegues a inmunizar. Y eso no es ni bueno ni malo…sino todo lo contrario.

1 comentario:

  1. Anónimo8:29 p. m.

    Soy el otro Ja.
    Eres un grande.
    Saludos.......!!!!!

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