Los
Mist y la sed de mal;
De
las profundidades de la Tierra manó un río de espesa sangre. Los valles de un
remoto paraje se cubrieron de ella. La alfombra de clorofila y flores se tiñó
para siempre de rojo. Los insectos agonizaban, los pájaros caían del cielo para
morir en kilómetros de praderas descarnadas, la vida se marchitaba...
Un enjambre de avispas bailaba en torno a un panal de miel rancia.
Y
la tierra se abrió en una grieta de fauces de pétreos colmillos.
Mistmistmist.
Allí
estaban. Gritaban, chillaban, reían y lloraban. Gemían, rugían, jadeaban y
sollozaban.
Eran
almas con cuerpo. La materia del mal y de lo inmundo. Estaban hechas de
envidia, celos, corrupción y maldad. Su forma corpórea se asemejaba a los
desperdicios de un basurero.
Sabían
que les había nacido una amenaza. Una rabia inhumana que las transfiguraba,
flotaba a su alrededor. Sabían que el peligro les acechaba.
EL
LLAMADO tenía el don del conocimiento y estaba muy cerca de ellos porque ellos
estaban en todas partes.
Los
Mist tenían un líder. Su nombre era Nocturna y era una criatura de mil formas.
Tenía la edad del universo. Nació con las primeras estrellas y presenció el
posterior nacimiento del resto de los astros y galaxias. Podía manifestarse de
varias formas y maneras. Así lo había hecho durante millones de años. Así lo
hacía. Así lo haría hasta el final de los tiempos.
Nocturna
era la muerte, la podredumbre, la descomposición...el primer hedor del cadáver.
El filo de un hacha cuando mataba, la bala de un arma de fuego al impactar en
un hombre, el hambre en el mundo, los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgando,
los gusanos del fondo de un contenedor de basura orgánica...y era más cosas.
Un
miembro de Nocturna se aferró al borde de la grieta. Gases fétidos emanaron de
las profundidades antes de dejar ver a Nocturna en su inmensidad sobre la faz
de la Tierra. Hacía mucho tiempo que no mostraba su verdadero aspecto en el
planeta azul de las pasiones y de los contrastes vitales.
Ese
día habría un eclipse total y en otra parte del mundo lo observarían millones
de personas con curiosidad mientras los científicos intentarían buscar una
explicación lógica al suceso.
Lógica...otro
de los filtros visuales de los humanos que impedían la visión de lo evidente,
de lo natural y de lo innatural.
Y
Nocturna habló. Y transmitió un mensaje de destrucción a sus súbditos Mist. EL
LLAMADO DE LA NATURA debía de ser encontrado y anulado...
...y
las aves caían del cielo para morir sobre las llanuras de sangre. La nieve de
las montañas se derretía mientras las piedras se fundían en arroyos de lava
para desembocar en el sumidero de la grieta.
El
gran momento de regresar a la Tierra había llegado. Y necesitaba un cuerpo con
el que pasar desapercibido por el mundo. Las hordas Mist se encargarían de
ello.
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