El sol matutino inundó mi dormitorio .Los
rayos del sol eran curiosos dibujos en el techo .Me gustaba quedarme tumbado
boca arriba durante un rato antes de levantarme.
Esa mañana hice una excepción .Subí como
buenamente pude a la silla de ruedas y me desplacé al balcón.
El banco que se encontraba debajo de la
palmera estaba vacío .Las flores cercanas perdieron inmediatamente su encanto
ante la ausencia de ella .Los jardines estaban exentos de belleza por una vez.
Me embargó una profunda sensación de
amargura.
Sé que aún era demasiado pronto para hablar
de amor pero la tristeza se asemejaba a la pérdida de la persona amada .Puedes
haber sentido algo parecido, amigo mío ,quizás no lo mismo .Te estoy hablando
del sentimiento que tenemos sólo una vez en la vida y que permanece indeleble
en nuestra alma .
El ruido de los trastos de la cocina me
sacó de la profundidad de mis reflexiones .Lara estaba preparando el desayuno
.El olor de pan frito me recordó que era Domingo pues era el día que Lara me
preparaba tostadas .Un absurdo trato que habíamos hecho para librarla de sus
remordimientos de verme comer poco .
-
Al parecer hoy se ha
levantado más pronto de lo habitual .Seguro que no ha cerrado bien las
persianas y el sol le ha despertado – dijo mecánicamente .Si había alguna nota
de inflexión en su voz ,no la noté .
-
Lara ,yo ...quería decirle
que lo que le dije anoche ... –tartamudeé .
-
...además ,¿qué hace la
puerta de la terraza abierta? ¿Ha salido afuera? – prosiguió ignorando mi
intento de explicarme .
No intenté abordar nuevamente el tema .La
conversación discurrió por otros derroteros. Los derroteros de un monólogo de
trivialidades varias .Mientras engullía con desgana las tostadas ,me fijé que
lo que me estaban contando sus palabras no se correspondía con la tierna mirada
de sus ojos .
No sé aún con certeza por qué no quería
hablar de aquello .A lo mejor era muy embarazoso sacar a relucir un tema que
pudiese hacer daño a uno de los dos ,o a ambos .
Quería convencerme de que ella sabía que no
estaba intentando seducirla pero no estaba seguro .Sólo quería saber si alguien
podría amarme .
Al irse Lara ,fui al lavabo a lavarme los
dientes y a peinarme .Lo que otras veces era el simple reflejo de mi cara en el
espejo se convirtió en el objeto de una burda autoevaluación .Estuve escrutando
mi rostro durante un rato .No llegué a ninguna conclusión .Era ridículo jugar a
ser Narciso y enamorarse de uno mismo .
Ese día fue uno de los pocos que no me
sentía animado a leer nada .Estuve varias horas asomado desde mi atalaya
particular .
Divisar barcos y mirar esporádicamente el
banco otrora ocupado por la mujer desconocida se convirtió en la actividad de
la jornada .No estaba .Nunca más la vería .
Al mediodía ,cuando llegó Lara ,aún estaba
en el balcón .Se sentó a mi lado y preparó una improvisada mesa para comer
mientras observábamos el panorama .
Charlamos acerca de temas más profundos y
trascendentales que los que estábamos acostumbrados a dialogar .La vida ,la
muerte ,el amor ...pensé lo a gusto que me encontraba últimamente con su
compañía .Era una grata experiencia charlar distendidamente con Lara .
Se fue y yo seguía mirando la plaza .El
banco ,mejor dicho .
Estaba pensando en lo estúpido que era al
imaginar lo improbable...cuando la vi .
Sentada en el mismo banco ,tenía una gran libreta sobre el regazo y
sostenía un lapicero de carboncillo en su delgada mano .Su largo pelo moreno
recogido en una coleta contrastaba con una pálida tez .
No pude evitar amarla intensamente desde
aquél momento .
Empezaba a esconderse el sol .El agua de la
fuente comenzaba a tener tonos dorados que con los naranjas de las hojas hacían
de la plaza un escenario irreal .
La luz de mi cuarto estaba apagada para
evitar ser visto desde la calle cuando las farolas comenzaron a encenderse .
A mi hermosa desconocida pareció no
importarle la oscuridad y seguía dibujando .Por la dirección hacia donde miraba
supe que estaba plasmando en su libreta la figura del Pescador y su familia .
Súbitamente se levantó del banco ,guardó su
libreta en lo que parecía un portafolios e hizo algo que no olvidaré jamás :
levantó un brazo al aire y chasqueó los dedos .En ese momento las luces de
todas las farolas de la plaza se apagaron .
Amigo mío ,no dudes de mi lucidez .No
,tampoco soy dado a la bebida ,lo sabes bien .
Así como te lo cuento se hizo la oscuridad
en la plazoleta .No pude vislumbrar absolutamente nada .Imperceptibles reflejos
lunares salpicaban la espesa negrura .Por lo demás no se veía nada dentro de la
plaza .
Cuando mi vista se acostumbraba a la
penumbra...la luz volvió a iluminar lo que antes observaba .Allí estaban todos los elementos que componían ese
conjunto :los árboles, fuente ,flores ,bancos ...todo estaba en su sitio menos
la mujer del portafolios y el brazo extendido .
Amigo mío ,espero que no dudes de mi
cordura .
Lo más fácil hubiese sido pensar que estaba
loco .Llamar a los loqueros y decirles que había sido testigo de una abducción
,de un milagro o qué sé yo .Hubiese entrado por la puerta grande de un
psiquiátrico y ahora estaría contando historias de gnomos y duendes desde una
cama con correas .
Pero sé perfectamente lo que vi .Y eso pude
comprobarlo más tarde .
Giré la silla de ruedas con los brazos tan
temblorosos que a punto estuve de caerme de bruces .Esa noche ,a pesar del
calor húmedo y pegajoso del ambiente ,cerré la ventana .
Ella estaba en la habitación con su
cuadernillo en una mano y el carboncillo en la otra. Me dedicaba una cálida
sonrisa .Miraba fijamente mis ojos mientras el lapicero se deslizaba con
habilidad por la lámina .Estaba retratándome .
Había algo en ella que me recordaba a
alguien .A lo mejor se trataba del perfume ,ese suave aroma que inundaba mi
cuarto cuando Lara entraba en él .
De repente ,al mirar otra vez su rostro ,me
di cuenta que era Lara la que estaba observándome .Quería decirle algo pero las
palabras se quedaban dentro de mi cuello .
¡No podía hablar! ¡Lara ,no puedo hablar
,ayúdame!
Me desperté del sueño bañado literalmente
en sudor .Aún era muy pronto .El reloj digital marcaba las cinco menos cuarto .
Como sabía lo difícil que iba a ser
conciliar de nuevo el sueño ,me levanté de la cama y subí a la silla .Paseé por
la cocina ,por el baño ,por el vestíbulo y no dejé de moverme hasta sentir
cansancio en los brazos .
Ese paseo me sirvió para meditar y llegué a
una conclusión .Tenía que salir de casa y comenzar una nueva etapa .Una etapa
en la que descubriese por mí mismo que la vida tenía que continuar .Me lo debía
,me debía una oportunidad .
Iba a ser muy difícil volver al ojo del
huracán .Hablar con la gente ,habituarse de nuevo a ejercitar los brazos para
moverse de un sitio para otro .En fin ,retornar a lo mismo de lo que estuve
huyendo todo ese tiempo .
-
Lara ,me gustaría salir de
paseo por la plaza – le dije mientras me ayudaba a incorporarme de la silla
para colocar otro cojín .
-
Señor ,cada día me asombra
más .Está últimamente irreconocible . ¿Sabe cuánto tiempo llevaba esperando que
me dijese esto? – me preguntó con una mezcla de resentimiento y de alegría
contenida .
-
Creo que ya va siendo hora
de remontar el vuelo .Este pájaro de alas rotas tiene que volar de nuevo - proseguí haciendo caso omiso de su
observación .Ese fue la decisión más trascendente de los últimos años y quise
darle cierto toque de solemnidad .
Cuando estaba bajando por el ascensor ,a
punto estuve de renunciar a la idea .Me sentía como debe de sentirse un animal
salvaje en el centro de una gran ciudad .El símil puede parecer desafortunado
pero no existe mejor forma de describir esa sensación de congoja.
Salir a la calle y sentir el sol en mi
cuerpo era algo desconcertante y reconfortante a la vez .Según nos acercábamos
al semáforo que daba a la entrada del parque de la plaza del Pescador ,la
multitud de gente se hacía más densa .
Me fijé en un grupo de niños que jugaban a
fútbol al otro lado de la calzada mientras otros llenaban botes de agua en la
fuente cercana a los columpios .Los bancos próximos al quiosco de la esquina
estaban todos ocupados por ancianos descansando de su paseo matinal .La lluvia
incesante de detalles mareaba mis sentidos .
Cuando cruzamos la calle ,intenté divisar
entre el gentío el banco que cobijaba la palmera .El banco donde se sentaba la
mujer de pelo oscuro.
La riada de personas del paso de peatones
me impedía ver más allá de la acera .Al llegar finalmente a los jardines
advertí decepcionado que ella no estaba .En cambio ,el asiento estaba ocupado
por dos señores de mediana edad con aspecto de turistas .
Paseamos y paseamos alrededor de la plaza
hasta que encontramos un banco vacío .Era de los pocos desocupados y con sombra
.
Lara se sentó .Tenía la cara ligeramente
enrojecida por el esfuerzo de empujar mi silla. Su respiración agitada y su
resuello despertaron mi compasión .Me sentía interiormente agradecido .
-
¿Le apetece un helado? –me
preguntó entre jadeos señalando el puesto que hacía esquina a pocos metros de
donde nos encontrábamos .
-
Lara ,vamos a hacer un
trato .Te invito al helado a condición de que dejes de tratarme de usted .Me
llamo Nicolás ,llámame así ,por favor .- me sentía pletórico. La verdad es que
el paseo había obrado milagros .Sentía que volvía a estar vivo .
Por enésima vez en esos últimos días ,la
expresión de sorpresa se reflejó de nuevo en su semblante .No estaba
acostumbrada a verme tan elocuente y menos alegre .
Una sonrisa se asomó tímidamente en la
comisura de sus labios .Cuando esa sonrisa se transformó en carcajada ,ambos
reímos desaforadamente .Era la risa que ambos teníamos guardada bajo llave en
un baúl polvoriento desde que nos conocimos .La risa que ninguno osaba mostrar
delante del otro ,por temor o reserva .
-
Nicolás ,trato hecho .- me
gustó cómo había sonado mi nombre en sus labios - ¿De qué sabor te apetece el
helado?
-
De pollo – dije con
vehemencia y nos reímos de nuevo .Era el primer amago de broma que hacía desde
... ¿la Prehistoria?
Mientras Lara hacía cola en el concurrido
puesto ,me vino a la cabeza la imagen de una mujer chasqueando los dedos en la
oscuridad de la noche .La oscuridad de esa noche .
Mis ojos no paraban de mirar una y otra vez
al banco de la palmera .Me encontraba a una distancia desde donde se podía percibir
vagos detalles de la identidad de su ocupante .Detalles suficientes como para
darme cuenta de que la persona que estaba sentada en ese momento era la mujer
.Era ella .
Estaba
impaciente por verla de cerca. Así con fuerza las ruedas de mi silla y
las giré hasta que la silla cobró velocidad.
Abrirme paso era una tarea harto difícil
pero al final llegué.
Allí estaba ella con su libreta en el
regazo y las manos cruzadas sobre las rodillas. Estaba mirándome de la misma
forma que en el sueño .Pero sabía que
esa vez no estaba soñando.
-
Espero que el pájaro de
alas rotas pueda volar de nuevo –me estaba parafraseando. Eso era más
desconcertante que lo que le había visto hacer por la noche.
No sabía qué decir .Quién era ella
realmente o qué quería eran las preguntas que me venían a la cabeza...pero me
daban mucho miedo sus posibles respuestas.
-
He venido para hacerte un regalo,
Nicolás .Un presente que tenías enterrado en el sepulcro de tu cuerpo – no
tenía ni idea de lo que hablaba pero no me atreví a interrumpirla .Esas frases
se repetirían en mi cabeza el resto de mi vida - .No estabas muerto y ahora lo
sabes .Me has mirado y has amado .Pero ese amor lo tienes a tu lado. Siempre lo
has tenido .Lara te ama y sé que tú sientes lo mismo.
-
Pero...a mí me gusta usted
– me sentí azorado por lo que acababa de decir .Nunca he actuado tan
impulsivamente - .Desde que la vi...yo...
-
Tú no me amas –sentenció.
Me disponía a contradecirla cuando descubrí
que tenía razón .No la amaba .Lo único que hizo fue despertar un sentimiento
que estaba...latente.
Pensando en ello, tardé en percibir la mano
que tenía en mi hombro .Giré el cuello todo lo que el respaldo me permitía y vi
el ceñudo rostro de Lara.
Me increpó por haberla dado plantón sin
avisar .Preferí no preguntar por los helados que seguramente estaban ya
derretidos .Cuando iba a presentarla a mi hermosa desconocida...ya no estaba
sentada allí .En su lugar, un cuaderno de dibujo reposaba solitariamente encima
del banco.
Lo recogí y cuando Lara observó el conjunto
de trazos se quedó asombrada .Era su retrato. De regreso a casa me preguntó
infinidad de veces quién era el autor .Infinidad de veces no la respondí .No
tenía sentido inventarme una historia poco creíble.
Los días que sucedieron a este episodio
fueron los más felices de mi vida .La frecuencia e intensidad de los paseos
fueron aumentando .Visitábamos el muelle por las tardes e íbamos al Museo
Marítimo o al cine por las noches.
Una de esas noches, casi al final del verano,
me decidí .Le hice la pregunta más difícil en la vida de un hombre .Aún me
acuerdo de las luces del paseo de la playa y del olor a salitre y algas .Esa
noche la luna era especialmente grande y las gaviotas rondaban el mar con su
inconfundible y uniforme vuelo.
Cuando nos casamos ,invitamos a nuestras perplejas
familias al banquete .Mi hermano se emborrachó como siempre y se emocionó como
casi nunca .Todavía estoy viendo a mis sobrinos subidos a una balaustrada y a
mis dos hermanas regañándoles mientras discutían acaloradamente con el
sacerdote .No me acuerdo del motivo de la riña...mis ojos miraban a Lara .
El tiempo pasó .Inexorablemente, como se
suele decir.
No tuvimos hijos .El médico nos sorprendió
al decirnos que el problema de infertilidad provenía de mi mujer .Lara no podía
evitar sentirse culpable .Yo la consolaba en sus constantes depresiones pero la
sorprendía varias noches llorando.
Intentaba por todos los medios huir de una
rutina que la hundiese en la tristeza .Es paradójico, amigo mío, que el “rey”
de la rutina diga esto .Ya te he dicho que la vida tiene su propio guión.
Ni los viajes al extranjero ni los regalos
consiguieron hacerla olvidar.
Un día, cuando volvía a casa de mi recién
estrenado trabajo de oficinista ,encontré una nota de despedida en la mesa de
la cocina .También estaba escrito en el guión encontrarme con el cuerpo de mi
mujer .
La historia del drama de mi vida se repetía
.Un accidente de tráfico que se había cobrado mis piernas y un suicidio que me
había arrebatado al ser que más amaba .
Ahora estoy asomado a la ventana de mi casa
.No sé si te lo he dicho :desde aquí se ve el embarcadero ,el obsoleto faro del
acantilado y la eterna Plaza del Pescador .
Estoy mirando el faro . Estoy seguro de que
dejó de ser obsoleto hace bastante tiempo . Involuntariamente mis ojos se posan
en ese banco .Un banco que en otro tiempo fue ocupado por alguien (o algo)que
cambió mi vida .Un banco otrora pintado y reluciente y ahora ajado por el uso y
cubierto de la hojarasca del otoño .
Aún me levanto por las noches y lo observo
.Espero a una persona que nunca conocí para preguntarle si me queda algún día
de dicha .
Sí ,mi querido amigo ,sigo saliendo a la
calle .Creo que es sobre todo para demostrarme a mí mismo que todo lo que
ocurrió tuvo una finalidad :
Buscar la felicidad y no rendirse ante la adversidad
.
El pájaro sigue volando a pesar de sus
profundas heridas .El pájaro quiere seguir volando .Sabe que el próximo destino
no lo elige él .
Cuando acabe el vuelo ,sé que te seguirás
acordando de mí y cuando hieran tus alas...piensa que existió otro que
consiguió mantenerse en el aire .
Sigue volando .Por mí y por los que no lo
hicieron más .
Javi, muy bonito, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias, Viki...lo escribí en mis tiempos en la Universidad hace ya varios años. En una época triste y un poco rara en mi vida. De ahí el toque melancólico.
EliminarMe encanta que te haya gustado.