EFECTOS DE LA BAJADA DE SUELDOS EN
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
Resulta que aquí todo el mundo
parece estar empeñado en convencernos de tomar medidas, que se definen como
impopulares, olvidando básicamente dos cosas. La primera es que las medidas
impopulares jamás han de ser tomadas, porque salvo corrección, la realidad es
que en una democracia se ha decidir lo que mande el pueblo y no cuatro
pelagatos, (por muy importantes que sean), de los que uno es un chorizo y otros
tres completamente inútiles.
Y la segunda cosa es que son
impopulares porque son un compendio de burradas increíbles, que se sabe tanto
en las facultades de economía, como en la mayoría de los hogares.
¿Quieres saber porque estas medidas
son impopulares?. Porque son tan absurdas como las congelaciones de sueldos de
todos estos años, que hemos aceptado para mejorar, (engañados). Estas medidas
son impopulares, porque nos traen a todos la ruina inmediata a cambio de una
ruina mayor en el futuro. Y comprende que nadie quiere esto. ¡Salvo los
especuladores con los que parece que están luchando!, especuladores que por
cierto ¡están bailando!.
Esta situación de un país pobre y
despertando de la democracia, contrasta con la actual donde las parejas no
pueden soñar con comprar uno de los millones de pisos vacios, (aguantados por
la banca gracias a que les damos liquidez y les eximimos de retasar salvo
cuando les interese). Por supuesto, la contención salarial unido a la
especulación en todos los bienes básicos y la liberalización extrema del
trabajo, acompañado del proteccionismo a los mercados, nos lleva a que tener un
hijo es algo parecido a una actividad de riesgo.
Lo que a esta “banda” de
politicuchos, (Ya ni sé cómo llamarles), no se le ocurre pensar es que resulta
que los trabajadores, funcionarios, los pensionistas que se verán afectados,
las empresas que van a lo largo de toda la cadena….¡tendrán serias dificultades
para pagar sus créditos!. Y tarde o temprano, en una situación de deterioro en
la que estamos, esto afectará incluso a los ingresos de los “grandes”.
Por supuesto, para saber lo que va a ocurrir con el
déficit ese que se intenta reducir tenemos que señalar que va a pasar una cosa
similar a la que ocurre con los trabajadores y especuladores. Si se vende que
se quiere crear empleo, (fomentando el despido), mejorar el poder adquisitivo,
(subiendo los precios y bajando sueldos), y acabar con los especuladores,
(dándoles todo lo que pidan), con este objetivo de recortar el déficit, van a
conseguir exactamente lo que han conseguido todos los países; ¡lo contrario!.
Por un lado debemos recordar que
los impuestos salen de los impuestos y que estos van en función de los ingresos
de trabajadores y empresas, ¡Es así de sencillo!, y en consecuencia, el déficit
se va a ir a tomar viento. Pero es que por otro lado, lo que ocurrirá es
que este déficit nominal va a ser mucho mayor en los términos en los que se
mide. A ver si logra alguien entender que el déficit en función del PIB se
incrementa cuando cae el PIB, que es lo que va a ocurrir. Por supuesto, lo
mismo ocurre con la deuda. Y curiosamente, cuando nos encontramos con que el
déficit va a subir en términos nominales, (en euros) y el PIB va a caer en
nominales, (caen los sueldos y caen las ventas de las empresas), el
resultado es que los ratios empeoran.
Y esto nos lleva al incremento del déficit que están
teniendo todos los países, (¿nadie se pregunta cómo es posible que hayamos
subido tan rápido el déficit?), y es el riesgo que nos encontramos. Una subida
de 100 puntos en el riesgo país significa que (si el país debe un 100% del PIB)
un total de un 1% de déficit adicional. ¡Así de sencillo!. La formula es
sencilla.
¡Es completamente imposible que un país sobreviva a la
quiebra significativa de una parte que no tiene que ser importante de sus
ciudadanos!. Y si un país y los ciudadanos se van a la quiebra, no hay forma
posible de que los que con ellos especulan sobrevivan. Es cierto que alguno
especulará “a la ruina”; pero la mayoría caerá sin remisión, por una simple y
cruel aritmética. ¡Las migajas a repartir serán muy pocas!.
El resultado final es que la deflación, se va a acelerar
repartiendo miserias entre trabajadores, pensionistas, funcionarios y sobre
todo pequeñas empresas, estados y sólo al final cantamañanas varios, entidades
financieras sobreprotegidas y sus acólitos.
Y aquí es donde digo que los menos perjudicados van a
ser los funcionarios y los pensionistas. Porque supongo que todo el mundo se ha
de dar cuenta que realmente los precios se van a fijar por el grupo con mayores
posibilidades de compra, (ya sea pagando en efectivo o vía endeudamiento), y
estos no son más que estos dos que tienen menos ingresos, pero más estables.
En consecuencia, la competencia por vender a estos grupos va a ser
salvaje en todo lo que no sean grandes empresas, (mucho más que en los años
pasados donde ambos eran los patitos feos de la fiesta). Es fácil entender que
el desplome total no va a venir bien ni a funcionarios, ni a pensionistas, ni a
empresas, ni a bancos, ni absolutamente a nadie, pero los menos perjudicados
van a ser curiosamente los que hoy parecen los grandes agraviados.
Esa es una de las razones por las que tenemos que dejar de seguirles el juego a los que nos quieren dividir. Todos somos trabajadores. Ninguno hemos provocado la crisis. Sólo buscamos el bienestar de nuestras familias.
El ENEMIGO COMÚN son ellos: políticos corruptos, ineptos, banqueros y demás participantes de un sistema financiero inhumano que lo único que persigue en su afán desmedido de obtener más y más beneficios...es la ruina de las familias. La miseria de la gente que nos levantamos a las seis de la mañana para llevar comida a casa, de la gente honrada, de los que no buscamos pelotazos financieros ni especulamos con la vida del prójimo. El ENEMIGO COMÚN son ellos. No lo olvidemos...
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