martes, diciembre 06, 2011

GRAN HERMANO en varias FRASES.




Winston odia al Partido. Odia al Gran Hermano. Sabe que el Partido manipula la información, altera la percepción cotidiana de la realidad. Lo sabe porque él mismo ha tenido en sus manos una prueba de este fraude. Pero al mismo tiempo sabe que otros como él odian también al Partido. Por ejemplo, O'Brien, un destacado miembro del Partido Interior, que se le aparece en sueños prometiéndole un pronto encuentro en "el lugar donde no hay oscuridad". Guiado por una complicidad inexplicable, más intuitiva que fundamentada, Winston sigue los pasos de O'Brien, convencido de que le puede aclarar dudas acerca de la existencia de la Hermandad, una organización clandestina, no se sabe si existente o no, enemiga jurada del Partido y el Gran Hermano, tal vez impulsada por el propio Goldstein, el archienemigo.


 
La primera manifestación de sumisión al partido es el acatamiento de sus tres grandes eslóganes:


La guerra es la paz.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.










 Estas tres consignas constituyen el resumen del pensamiento del Ingsoc, son todo lo que un buen miembro del Partido necesita saber para ser un ciudadano de comportamiento correcto. La única manera de alcanzar la paz es mantenerse en estado de guerra contra las otras dos potencias, pues tarde o temprano Oceanía habrá de triunfar. La sumisión al Partido es la única manera de mantener un prurito de libertad; en caso contrario, mueres, dejas de existir. El falseamiento de la realidad es la base del sistema: creer las mentiras impuestas nos hará fuertes para mantenernos dentro del juego propuesto por el Partido; cuanto más ignorantes seamos, menos riesgo de descubrir incoherencias, menos posibilidades de caer en el crimental.


¿Qué son los Dos Minutos de Odio? La ración diaria de odio necesaria para hacer funcionar el sistema. ¿Quién es el objeto del odio? Emmanuel Goldstein. El gran enemigo de Oceanía, el Partido y el Gran Hermano. El adversario necesario. El traidor al Ingsoc. El artíficice de la Revolución que se vendió a las potencias extranjeras. La población expresa su odio irracional, válvula de escape de todos sus instintos primarios, mientras se superponen imágenes apenas subliminales de Goldstein con un fondo de matanzas y atrocidades del enemigo de turno, sea Eurasia o Asia Oriental. Los ciudadanos están condicionados para odiar a Goldstein. Odiar a Goldstein es amar al Partido y al Gran Hermano y todo lo que representa el Ingsoc. Dudar de la maldad de Goldstein es la peor forma de crimental.


 
"-¿Qué estáis dispuestos a hacer?
-Todo aquello de lo que seamos capaces.
-¿Estáis dispuestos a dar vuestras vidas?
-Sí.
-¿Estáis dispuestos a cometer asesinatos?
-Sí.
-¿A cometer actos de sabotaje que puedan causar la muerte de centenares de personas?
-Sí.
-¿A vender vuestro país a potencias extranjeras?
-Sí.
-¿Estáis dispuestos a hacer trampas, a falsificar, a hacer chantaje, a corromper a los niños, a distribuir drogas, a fomentar la prostitución, a extender enfermedades venéreas... a hacer todo lo que pueda causar desmoralización y debilitar el poder del Partido?
-Si, por ejemplo, sirviera de algún modo a nuestros intereses arrojar ácido sulfúrico a la cara de un niño, ¿estaríais dispuestos a hacerlo?
-Sí.

-¿Estáis dispuestos a suicidaros si os lo ordenamos y en el momento en que lo ordenásemos?
-Sí.
-¿Estáis dispuestos, los dos, a separaros y no volveros a ver nunca?
-No -interrumpió Julia."














No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

“Palo y zanahoria” VS. “Sobreprotección infantil”

Volvamos unos cuantos años atrás viajando por el tiempo. Justo a la época en la que estás jugando con tus compañeros de quinto de Educaci...