lunes, enero 09, 2012

¿De qué se esconden nuestros POLÍTICOS? El Corruptódromo Ibérico


Desde la democracia, la corrupción y el robo desde el puesto público ha sido una constante habitual de la casta política española, empezando especialmente desde aquel despacho sevillano de Juan Guerra, el hermano del entonces todopoderoso vicepresidente socialista Alfonso Guerra, pasando por el director general de la Guardia Civil don Luis Roldán, y por prácticamente todos los partidos políticos, hasta llegar a nuestros días, con toda una constante continuada de corruptelas por todos los lados donde circula el dinero público. 

Nunca había habido tanta suciedad en la cosa pública española, siendo la personificación misma de la llamada cultura del pelotazo, el más destacado deporte nacional de los políticos, con el que han contribuido todos los partidos políticos de todos los colores. Es increíble y vergonzosa la realidad de esos casos de corrupción se cuentan por varios centenares los más conocidos, y hasta por miles los menos ventilados.
En la web “No les votes”, con un formato parecido al de la Wikipedia acaba de aparecer un nuevo artículo titulado “Corruptódromo”, desde el cual podemos ver un listado (incompleto, naturalmente) de los casos de corrupción de los últimos años en diversos puntos de nuestro país, con mapa incluido. Para devolver todo lo robado, se necesitaría un trabajo de juzgado de varios años, aunque sabiendo que aquí los jueces, fiscales y abogados son sobradamente corruptos, no creo que se logre gran cosa.

Vais a alucinar con la cantidad de ladrones que aquí podréis ver, aunque lo que se ve es sólo la parte emergente del iceberg.
Tanta corrupción trae causa en un fallo flagrante en las Instituciones (que alguien me diga para qué nos vale el Tribunal de Cuentas), en la propia Ley (¿por qué no existe una Ley de Transparencia Política de una vez? ¿Qué temen? ¿Reconocen que tienen cosas que esconder? ¿por qué les molesta que generalicemos con los políticos y los corruptos si TODOS se oponen a declarar su patrimonio?) y en los Tribunales (¿os habéis fijado cuántos casos de “Prescripción” del delito hay últimamente? ¿Es casualidad que sólo se dejen prescribir delitos de gente adinerada o poderosa? Véase Botín y un largo etcétera?)

Ahora veamos con un claro ejemplo en esta NOTICIA el miedo que tienen a una transparencia:

La redacción de una instrucción de la Presidencia de la Cámara, adoptada con el parecer unánime de la Mesa, que anunciaba la posible retirada de la acreditación durante un año a los fotógrafos de prensa que, al desempeñar su trabajo, vulnerasen los “derechos fundamentales” de los diputados, como podría suceder con la difusión de los documentos que manejan en sus escaños o de los mensajes recibidos en sus móviles.
Contrariamente a lo que ocurre en la mayoría de los países civilizados, en España parece que los políticos pretenden que las cosas se hagan siempre en el más riguroso secreto.

Encerrarse en una habitación, y “cocinar” la política como les venga en gana. Que los medios de comunicación “molesten” con sus fotos o sus impertinentes averiguaciones les resulta inaceptable. Que los ciudadanos pretendan influir en sus decisiones desencadena una reacción que lo califica en el diario de sesiones como de “factores externos que degrada la imagen y el trabajo de la Cámara“. En un país como el nuestro, en el que los escándalos de corrupción surgen todos los días, la falta de transparencia de la vida política resulta prácticamente insultante.

¿Por qué la agenda de un Consejo de Ministros o las deliberaciones que tienen lugar en el mismo deben ser secretas? ¿Por qué juran o prometen los ministros expresamente “respetar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros? ¿Cómo puede entenderse que un juez, en virtud de las necesidades de una investigación, no pueda reclamar, por ejemplo, las actas de la Junta Andaluza? ¿Por qué razón los ciudadanos tienen que aceptar que sus teóricos representantes deliberen en secreto sobre cuestiones que claramente les atañen? ¿De verdad resulta tanto pedir que MIS representantes, que están ahí con MIS votos y gastándose el dinero de MIS impuestos, me cuenten a qué se están dedicando?

Tras muchísimas resistencias, desde hace poco tenemos constancia de las rentas y bienes patrimoniales delos cargos públicos. Ha costado mucho, pero no es en absoluto suficiente. Los ciudadanos exigimos saber a qué dedican su tiempo los políticos, conquiénes se reúnen, de qué hablan, qué información solicitan, en base a qué se condicionan sus decisiones, qué prometen a quién y a cambio de qué. La vida pública española es de todo menos pública, y ahora resulta que viene el presidente del Congreso y pretende expulsar durante un año al fotógrafo que tome una foto de un teléfono móvil o de un documento dejado sobre un escaño, en un obvio intento de provocar la autocensura. Impresionante.

No, las cosas no pueden ni deben ser así. Un representante del pueblo debería ser, por ley, completa y rigurosamente transparente, responder a toda pregunta que se le haga, y no ampararse en “su intimidad” o en “el secreto” para hurtar información a los ciudadanos. En este país se están haciendo las cosas muy mal en ese sentido desde hace mucho tiempo, y ahora parece que, amparándose en una supuesta mayoría absoluta y con la excusa de “hay que gobernar”, se quieren hacer aún peor: menos transparencia, más secreto, menos explicaciones, y todo con cara de “no me molesten, que estoy salvando a la patria”. 

¿Intimidad? Lo siento, mientras sea representante de los ciudadanos, tendrá que renunciar a todo aquello que no sea del más puro y estricto ámbito personal. Con quién se reúne y de qué habla no entra dentro de su intimidad si lo está haciendo como representante de los ciudadanos. Y si para ello hay que cambiar la Constitución, será cosa de ponerse cuanto antes manos a la obra. A ver quién es el que se opone y, sobre todo, qué razones aduce para ello.




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