MONÓLOGO. "EL GIMNASIO: sufre y paga!!"

Cosas extrañas pasan en la vida. Situaciones inexplicables, que escapan a toda la lógica humana y de la otra.

Una de ellas y la más rara es la de “pagar por sufrir”. No, no estoy hablando de entrar al cine a ver una peli española. Es peor aún!!

Y me diréis (y con razón): ¿qué puede ser peor que ver actuar a Hugo Silva o a María Barranco mientras te atragantas con las gominolas? ¿o ver la cara del acomodador con la mirada inconfundible de “pa ti tienes, chavalote”? ¿o que encima al tío de atrás le entre la risa floja cuando muere Chanquete?

Pues hay algo peor. Las cámaras de tortura del siglo XXI: los Gimnasios. La de dinero que dejó de ganar Torquemada en la Edad Media…anda que no podría haber hecho una reforma de sus potros de tortura a moneditas o incluso, poner un jacuzzi de los lamentos. Jodería igual, pero pagando, casi que dolería menos. Lo que pasa ahora, vamos.

• ¿Qué tal, Antonio? Andas como Robocop, muchachote!!

• Qué va, es que voy a streming-fitness-spinning-wellness. Lo último en deporte!! – dice, mientras se le pone la carne de gallina al pensar en el monitor con la fusta y el motor de corriente continua que le engancharon a las tetillas.

En definitiva, que si pagas y sufres, encima no vas a ser tan gilipollas de reconocer que sufres. Que tienes pesadillas toooodas las noches con la cinta de correr, con el cachas que gruñe en tu oreja toooodas las tardes cuando te pones a levantar esas minipesas, con la cicloestática mata-novatos…o con las máquinas-que-sólo-entiende-la-madre-que-las-parió!!

Pero todo eso es de puertas para afuera y hay que suavizarlo. Dentro, las cosas se complican…y mucho. Empezando por el idioma. Sí, habéis leído bien: el idioma, la jerga, el argot!! Si no lo conocéis o, al menos, lo chapurreáis un poco, vais listos.

A ver, un resumen del extenso argot sería:

• Hola, ¿me podrías decir si esas mancuernas pesan mucho?

• Argggg!! (“si, pesan un huevo, pero si quieres, puedes probar”)

• ¿Cuántas series tengo que hacer de press-banca?

• Urf-urf (“dos”)

•  ¿Sólo?

• Aurff urgg!! (“¿te crees muy listo, no?”)

Eso respecto a las conversaciones habituales. Por cierto, AGUA se dice AUA, no lo olvides.

Respecto a los ejercicios. Los hay de distinto pelaje. Un consejo, cuanto más os suenen a inglés y sean más largas de pronunciar…mucho ojito, si no quieres salir por la puerta grande como Manolete cuando le mató el toro, ok?

A ver, no pongáis esa cara, otro ejemplo:

Spinning: ojo,ojooo, que va en inglés…dificultad media: “Monta en bici y baila”.

Spa: no está en inglés. Dificultad baja. Lo dice la palabra “Spatarrarse”.

Streching: ojo,ojooo, que va en inglés…dificultad media: “Te vamos a estirar tanto que vas a llegar a poder machacar en un aro de basket”.

Aerobic: volvemos al inglés de Cuenca…dificultad alta tirando a sádica: “Lo dice la palabra aero de quedarse sin aire y BIC del famoso boli que no escribe”.

Body Pump: uyyyyyy….prepárate a morir. Se recomienda Testamento hecho y firmado: “Te vas a cagar, lorito”.

Y son algunos de los ejercicios. Del resto no ha quedado nadie vivo, exceptuando a Stephen Hawing, que se apuntó a Pilates y ya véis…

El ritual también es muuuuy importante. No os olvidéis de llevar una toalla y un bote con agua. Cuidado con llevar orujo, que deshidrata. Y la toalla que sea suave. Se conocen casos de desgarros faciales por papel de lija.

La ropa que sea cómoda, pero no demasiado. El pijama, el camisón o el batín de abuelete, no valen. Lo de comodidad es orientativo. Sí, que desnudo se levantan mejor las pesas y lo otro, pero causa muy mala impresión y asusta a los niños.

Y si lleváis música, no se aceptan cassettes de dos pletinas. Y menos dentro de la piscina. Casos de alumnos de Aqua-Gym electrocutados hay a patadas. Terminan ganando el concurso de baile en el agua, pero no es plan, ¿vale?

Otra de las cosas buenas de los gimnasios son las anécdotas. Sin ir más lejos el otro día me encontré a mi amigo Manolo. Me costó reconocerle porque caminaba a la pata coja al salir de una de las clases y perdió dos dedos de la mano. 
- Manolo, ¿qué te ha pasado? ¿Y tus dedos? ¿Y esa cojera?
- Ná, que quería seguir el ritmo del octogenario de delante. Y me lié…
- ¿A qué clase has ido? ¿A Superviviencia? ¿Al entrenamiento de los Marines? ¿A…?
- Pues me ha salvado que eran clases de Yoga, si no, mañana me encontráis en una bolsa.
- Bueno, lo mejor es esos abdominales que tienes. Son…son…
- Hablan de la tableta de chocolate, pero yo soy de panza cóncava. No veas qué bien duerme mi mujer ahora apoyada en la barriga.
- Eso te iba a decir. Pareces un Huevo Kinder pero al revés, Manolo!


Esa fue la última vez que le vi con vida. Dos clases más tarde, Manolo era ya de cabeza convexa…vamos, que murió pareciendo el Seat 127 de los gitanos con tanta abolladura.

Bueno, para empezar, ya tenéis…que tengo la nariz con ampollas de teclear estas líneas. Mañana a ver si me responden los dedos. Sí, habéis acertado. Soy alumno de streming-wellness-mega-spinning-grijandenauer. 

Encantado.