Si empezamos por el aspecto tributario, lo que tenemos es un incremento de la regresividad del conjunto del sistema tributario español (no pagan más los que más tienen), con un golpe a lo que queda de la clase media, investido con un inverosímil discurso de ser una medida progresiva.
Es cierto que las subidas de renta son progresivas (se han focalizado principalmente en el I.R.P.F)... pero, pero, pero!!! Nos encontramos que por un lado NO afectan a las rentas empresariales para los que se reduce la imposición en lugar de incrementarse. Y por otra parte tampoco se ataca el problema de las rentas altas que esquivan la tributación de I.R.P.F. usando la tributación a través de impuesto sobre sociedades (que debemos recordar que también se reduce). El tema de las SICAVs, de la famosa Ley Beckam, etc.…merece un capítulo aparte.
Es fácil por tanto entender quien va asumir el incremento de los impuestos y por tanto quien va a sufrir con su pérdida de poder adquisitivo el grueso del ajuste. Todas las medidas que vayan en el camino de empeorar la clase media son en definitiva medidas que van en el sentido contrario en un entorno en el que nos movemos: una paralización del consumo y de la inversión.
Cuando en la sesión de investidura se anunció la revalorización de las pensiones, para que no pierdan el poder adquisitivo, la realidad es que se abrió una cierta luz de esperanza. Desde luego no se van a solucionar todos los problemas consiguiendo que los pensionistas recuperen el poder adquisitivo, pero este sí que sería un paso en la buena dirección. Esta esperanza, se desvanece cuando nos enteramos de la letra pequeña. Cuando se hablaba de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, se ha de entender que por lo menos se debería haber hablado de una subida de las pensiones equivalente al IPC. Tal hecho no se ha producido, ya que la revalorización de las pensiones ha sido al final un 1%, importe inferior al incremento de IPC que se ha producido.
Además, si tenemos en cuenta que se han subido los impuestos un 0,75% como mínimo, y que va a afectar a estos grupos, la subida real de las pensiones es muy inferior a ese 1%; lo que unido a que el IPC acentúa aún más, la pérdida de poder adquisitivo de las rentas bajas, y a que las subidas de precios se concentran en bienes básicos, estaríamos ante una pérdida real de poder adquisitivo en el colectivo en el que se supone que se mantenía.
No hace falta hablar de lo que pasa con el resto de trabajadores, (tanto públicos como privados), donde el escenario más favorable es una congelación, supone una pérdida de poder adquisitivo segura. Es fácil sumar y encontrarnos con que pierden poder adquisitivo los trabajadores y los pensionistas .Familias de 25 millones de personas.
Se nos dice que esto es para evitar la inflación…pero, pero, pero !!! a su vez nos encontramos con que los precios que dependen de la administración suben todos en unos porcentajes muy superiores. ¿Por qué no se usa con los peajes los argumentos que con los pensionistas? Es decir: ¿si se espera que los precios suban un 1%, porque se suben los peajes por encima del 3%?. Idénticos argumentos van para toda una serie de servicios que de repente suben de precio, como pueden ser el agua, el metro, las tarifas de zonas ORA, gas..
Todo esto, contrasta con las medidas que tratan de recuperar el esquema de burbuja inmobiliaria: la recuperación de la deducción por vivienda habitual y el IVA al 4% para las compras de vivienda nueva. Medidas destinadas al fracaso ya que si bien las deducciones pueden inclinar un poco la balanza, la realidad es que los sueldos, la estabilidad en el trabajo, el resto de precios y los impuestos que paga cada persona es lo que define en definitiva la compra de un piso. Por supuesto las perspectivas que sobre el precio de los pisos y sobre el resto de las variables tengamos, afectan también. Por tanto hoy no es demasiado realista que se piense en empeorar las perspectivas y condiciones de todo el mundo y luego animar mediante una deducción en un entorno como el actual.
Y si vamos a los bancos, tenemos el olvido de Soraya en la rueda de prensa, a la hora de mencionar otra medida aprobada en el consejo de ministros; se han renovado las líneas de avales a la banca por 100.000 millones para las emisiones que se realicen en 2012. Hemos cambiado de año y de gobierno pero realmente han tomado la misma medida.
Claro que en estos momentos la medida de avalar con 92.000 millones al fondo para países en rescate, 100.000 para las emisiones de una banca de la que no se fía nadie y 4.000 millones para las adquisiciones de activos es un poco irresponsable en medio de una crisis de deuda y con una reforma de la constitución que nos hundiría ante cualquier problema de cualquiera de estos agentes.
Toda esta repetición de salvajadas, al final no tiene el menor sentido y por supuesto no hay nada parecido a un plan para mejorar la economía. En definitiva, tras las primeras medidas, lo que está claro es que el PP es igual al PSOE, y puede que alguien piense que van a funcionar distinto, pero no es muy razonable.
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